Acerca de mí
¿Quién coño es Santiago Smith?
(Y por qué deberías fiarte de alguien que ha quemado más euros en cursos que en vuelos)

Ey. Si has llegado hasta aquí esperando la típica presentación de “hola, soy emprendedor digital con 10 años de experiencia…” —puedes ir saliendo.
No vendo postureo, vendo verdades (y a veces ni eso, solo te las escupo tal cual vienen).
Me llamo Santiago Smith, y sí, soy de esos bichos raros que un día mandó todo a la mierda, cogió un portátil y decidió que el mundo iba a ser su oficina. Spoiler: no fue tan épico como suena. Vendí cuatro cosas, cerré el navegador de LinkedIn y acabé currando desde cafés chungos en Bangkok con Wi-Fi que se caía más que mis ganas de madrugar.
He invertido más pasta en cursos online que en billetes de avión. Algunos valieron la pena. Otros… bueno, me dieron material para escribir pestes durante meses.
Digital Talent nació justo por eso: porque ya está bien de leer reviews que parecen folletos promocionales escritos por becarios que no hicieron ni login en el curso. Aquí hablo claro. Si algo es bueno, lo digo. Si es una estafa con fondito blanco y promesas de libertad financiera, también lo digo, pero más cabreado.
Y no, no me dedico a esto por comisión. Me dedico a esto porque estoy harto de ver a gente perder tiempo, dinero y ganas por culpa de vendehumo con sonrisas de Canva.
Cómo acabé viviendo con una mochila y un portátil
No nací siendo nómada ni experto en nada. De hecho, empecé como casi todo el mundo: con un curro de mierda en una oficina donde hasta las plantas estaban deprimidas. Agencia de marketing en Nebraska, horario de 9 a 6, y una silla con ruedas que chirriaba más que mis ganas de vivir los lunes.
Un día me harté. Literal. Cerré el Excel, vendí lo poco que tenía y me fui. ¿Destino? El que tuviera billetes baratos. Así acabé en Bangkok, luego Medellín, luego Lisboa… y luego en una hamaca en Sri Lanka intentando trabajar sin matarme la espalda (spoiler: mala idea).
Con el tiempo encontré mi ritmo. Me especialicé en analizar mercados digitales y ayudar a empresas a no cagarla cuando quieren lanzar algo al mundo. Pero en el camino me di cuenta de otra cosa: hay demasiada gente vendiendo cursos sin tener ni puta idea de lo que enseñan. Y demasiados incautos comprando la moto sin casco.
Eso me tocó la moral.
Ahí fue cuando dije: “vale, alguien tiene que poner orden en esta jungla de PowerPoints mal hechos y promesas vacías”. Y así, entre cafés fríos, embudos de venta y más de una estafa encubierta, nació Digital Talent.
Si quieres leer una versión más personal (y extendida) de este viaje lleno de maletas, coworkings y errores bien caros, te dejo dos artículos donde lo cuento sin filtro: uno lo publiqué en DigitalTalent.online, y el otro en ActivaTuVida.pro, donde también colaboro de vez en cuando.
No me vendo (y si lo hiciera, sería mucho más caro)
Lo que lees aquí no lo escribió un redactor freelance que nunca hizo el curso. Lo escribo yo. Santi. El que se lo traga todo, a veces por curiosidad, otras por masoquismo digital.
¿Que si he hecho los cursos? Muchos sí. Otros los he destripado como si fueran una autopsia digital: temario, comunidad, acceso, soporte, promesas, garantías… todo.
¿Que si me pagan por decir cosas bonitas? No, y si me lo ofrecieran, igual aceptaba… pero para reventarlos con más ganas (es broma… o no).
Aquí el criterio es claro: si un curso no le sirve a alguien real —no a un gurú de postureo con 300K en Instagram—, no lo recomiendo. Punto.
¿Uso enlaces de afiliado? Sí. ¿Eso cambia mi opinión? No. Y si el curso es malo pero paga bien, también te lo digo. Porque yo no escribo para hacer clics, escribo para evitar que otros pierdan tiempo y dinero en basura digital.
Cada review la escribo como si fuera para un colega al que no quiero ver tirando billetes en una masterclass reciclada de 2016. Si algo cambia, la review se actualiza. Si el curso mejora, lo digo. Si se convierte en un sacacuartos, lo digo más fuerte.
Aquí no hay filtro. Solo criterio. Y mala leche cuando hace falta.
Esto no lo hago solo (y si lo hiciera, ya estaría todo roto)
Carlos
EL MANITAS DIGITAL
Carlos es el tipo que convierte mis ideas y textos con mala ortografía en una web que carga rápido, se ve bien en móvil y no explota cuando abres una review. Se encarga de toda la parte técnica, automatizaciones, plugins y esas cosas que me dan sarpullido.
También es uno de los creadores de ActivaTuVida.pro, otra web de reviews donde colaboramos codo a codo. Sin él, probablemente Digital Talent estaría alojado en un blog gratuito y con gifs de los 2000.
Anna
LA QUE REVISA TODO CON LUPA (y un bate en la mano)
Anna no se traga nada. Si una formación parece medio sospechosa, ella la desmenuza hasta encontrar el punto débil. Se encarga de revisar temarios, condiciones, políticas, garantías y todo lo que un vendedor intentaría esconder detrás de una sonrisa.
También es cofundadora de ActivaTuVida.pro y nos trae info de primera mano gracias a su red de alumnos, reseñas y experiencias reales. Si algo pasa el filtro de Anna, puedes apostar que no es humo.
Este equipo no es grande, pero es jodidamente efectivo. Sin postureo ni títulos rimbombantes. Solo tres personas con criterio, experiencia y muchas horas encima de plataformas online.
Lo que te llevas en cada review

Sin filtros ni floro
Aquí no hay paja ni palabrería. Te cuento lo bueno, lo malo y lo que me hubiese gustado saber antes de empezar el curso.

Lo bueno, lo malo... y lo que nadie te dice
Algunos los hicimos, otros los investigamos como si nos fuera la vida. Si lo recomendamos, es porque creemos que vale la pena. Si no, no pasa el filtro.

Sin favores, solo verdades
Sí, a veces usamos enlaces de afiliado, pero nunca escribimos por comisión. Si el curso merece la pena, lo sabrás. Si no… también lo sabrás. Aquí no hay favores, hay criterio.

Reviews que no caducan
Odiamos los artículos desactualizados. Revisamos frecuentemente las formaciones y actualizamos las reviews para que siempre tengas información útil y actual.
¿Por qué Digital Talent? Porque alguien tenía que decir lo que nadie dice
Mira, el mundo digital está lleno de webs que se hacen llamar “reviews honestas”… pero que por dentro son catálogos disfrazados. Páginas con cinco estrellitas a todo lo que tenga programa de afiliados y textos que parecen escritos por ChatGPT con exceso de azúcar.
Digital Talent nació porque yo ya estaba hasta los cojones de eso.
Aquí no se recomienda nada solo porque dé comisión. Si un curso vale la pena, se dice. Si es una estafa con buena landing y copy motivacional, también se dice… pero con más mala leche.
Revisamos cada formación como si fuera una operación a corazón abierto: sin filtros, sin favores, y con actualizaciones constantes. ¿El curso cambia? Cambiamos la review. ¿El formador desaparece? Lo contamos. ¿La garantía era humo? Se expone.
La idea es simple: ayudarte a no tirar tu tiempo ni tu pasta en cursos que solo sirven para engordar egos. Aquí se recomienda con cabeza, no con necesidad de vender.
Esto no es un blog más. Es un sitio hecho por alguien que ya cayó en muchas trampas, para evitar que tú lo hagas.
¿Te ha picado la curiosidad? Escríbeme, no muerdo (de momento)
Si has llegado hasta aquí, enhorabuena. Has sobrevivido a mi verborrea digital.
Y si todo esto te ha hecho pensar, reír, dudar o simplemente tienes ganas de rajar de algún curso que huele raro… aquí estoy.
¿Tienes un curso que te da curiosidad pero no te fías ni un pelo? ¿Viste una formación con pinta de humo premium y quieres que la destripe? ¿O simplemente quieres contarme tu experiencia? Dale. Me flipa hablar con gente que no traga sin pensar.
Cada mensaje que llega lo leo. Y si tiene chicha, lo investigo. Porque Digital Talent no es una máquina de vender, es una barrera anti-humo con Wi-Fi.
📩 Escríbeme desde aquí, o si me ves en redes, suéltame un DM aunque no siempre estoy. No siempre respondo rápido, pero cuando lo hago, no es con un emoji genérico. Prometido.